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Entrevista: La Citadina a María José Soler

Estamos atravesando una época bisagra, de fuertes cambios a todo nivel, de múltiples cuestionamientos de paradigmas. Nuevas realidades que nos sacuden como familia y como sociedad. Y todo esto, sumado a un mundo cada día más sensible a términos y más permeable a comportamientos.

Es entre estos vientos de cambio que tienen que desarrollarse nuestros niños, adolescentes y jóvenes. Y, como padres, más allá de emitir juicios de valor o pensar que todo tiempo pasado fue mejor, nos corresponde ante todo reconocer esta nueva realidad que nos toca vivir e intentar que nuestros hijos se desenvuelvan de la mejor manera posible en ella. Por eso, es tan necesario que fortalezcan sus personalidades. Para que puedan fluir y hacer frente a situaciones adversas. A contracorriente. Y ser felices, cualquiera sea el desafío que les toque enfrentar.

En febrero del 2014 un grupo de gente se puso manos a la obra, se abrió a la ayuda y creó la Asociación Civil Jóvenes Fuertes, laica, y sin fines de lucro. María José Soler es la impulsora de dicha Asociación, que surgió porque según sus palabras: “Sentíamos que estábamos en una etapa de la vida en la que queríamos devolver a la sociedad algo de todo lo que habíamos recibido. Trascender de nuestro beneficio personal para poder brindar algo que generara una mejora en el ámbito personal y social.”

María José Soler tiene 52 años. Está casada y es mamá de cinco hijos, con edades que van entre los 17 y los 27 años. Es psicóloga desde hace 30 años con un posgrado de Terapia Conductiva Comportamental en Terapia Familiar Sistémica. Me cuenta: “He tenido búsquedas por diferentes ramas y hace cinco años que empecé mi doctorado; haciéndolo descubrí la Psicología Positiva. Me enamoré de todo lo que es trabajar en prevención y potenciación de recursos y bienestar. Fue en ese momento, que junto con un grupo de gente, generamos Jóvenes Fuertes.”

Dolores: Contame un poco de qué trata Jóvenes Fuertes.

María José Soler: Nuestra misión es desarrollar fortalezas de personalidades, tanto en jóvenes como en adultos, basados en talleres de Psicología Positiva. Es decir, desarrollar un carácter fuerte y sano en los jóvenes, con valores sólidos, para que puedan hacer un uso adecuado de su libertad y responsabilidad, logrando una mayor autonomía y plenitud.

D: ¿Qué es la “Psicología Positiva”?

MJS: La idea es generar un cambio social a partir de un replanteamiento de lo que es el bienestar, el carácter, sus fortalezas, lo que es “ser mejores personas”. Hacia allí apuntamos con estos talleres. Lo apasionante de esto es que la Psicología Positiva viene como a recrear un tema que estaba abandonado en la psicología, y es la noción del buen carácter.

D: A ver, ¿cómo es el tema del “buen carácter”?

MJS: Siempre se consideró que cuando uno hablaba de educación, quería que la persona desarrollara un buen carácter, y eso después se fue dejando de lado. Entonces Martin Seligman, que es el fundador de la Psicología Positiva, y toda una rama de psicólogos que se asocian con él, empiezan a investigar en la historia de la humanidad qué se consideraba que hacía a una buena persona. El research lo hicieron sobre fundadores de religiones, filósofos, políticos, personalidades influyentes. Y llegaron a la conclusión de que siempre se ha hablado de ciertas virtudes universales, y lo que buscan es cómo bajarlas a tierra en carácter, en rasgos de personalidad, en patrones de comportamiento, en hábitos, en fortalezas. El resultado fue un cuadro de 24 fortalezas de personalidad, las cuales nuestro programa toma como base y hace talleres para que las personas puedan acceder a un mejor desenvolvimiento en bienestar y personalidad. Esas fortalezas vendrían a ser como la columna vertebral del bienestar.

Vas a estar bien si se dan determinados factores, la llamada “Teoría del Bienestar” o “Modelo Perma”, lo que la gente elige libremente para incrementar su bienestar (emociones positivas; compromiso; relaciones positivas; significado; logro). Estos cinco factores tienen que ver con el fluir de los compromisos de alta demanda, con los logros y las metas en la vida, lo que tiene que ver con el sentido de vida y con las relaciones interpersonales. Lo que hace feliz a la persona, lo que hace que se sienta bien, es el bienestar, que es más profundo que sentirse feliz. Porque el concepto de felicidad es más volátil, es más dependiente de vivencias puntuales.

D: Me decías que la misión de Jóvenes Fuertes es “desarrollar fortalezas de personalidades.”

MJS: Porque es lo que tiene que ver con el bienestar, desarrollar jóvenes felices pero fuertes. La edad de la infancia y de la adolescencia es donde uno genera raíces y tronco para poder florecer, hay que desarrollar un sano carácter. Y es lo que dice Seligman, que el sano carácter es lo que cualquier papá o mamá querría para sus hijos, que tengan recursos de personalidad que los hagan felices y que los hagan trascender de sí mismos; crecer en plenitud. Todo tiene que ver con desarrollar estas fortalezas de personalidad en un entorno que muchas veces es muy agresivo y limitador. Es darles las herramientas para que los chicos puedan ir a contracorriente.

“(Tener una actitud optimista) es pasar el colador y quedarte con lo bueno, con que ninguna experiencia es vana si sirvió para aprender que todo fracaso se puede convertir en una escuela de aprendizaje. Elegir vivir la vida con una energía positiva que quiere transformar y crecer, dejando huella”

D: ¿Ves más agresiva a nuestra sociedad, con respecto a los últimos años?

MJS: Sí, hay mas agresiones. La familia está mas rota, hay más chicos que no tienen estructuras familiares que los contengan y les den estos recursos. Por eso, es tan importante la figura de un docente y de un adscripto; ser ese modelo y que le refleje al chico que vale y que se centre en sus fortalezas y no en lo que no tiene. Nosotros prevenimos antes de que surjan los problemas, y les damos herramientas para que potencien los recursos y sepan cómo trabajarlos.

D: En cuanto a los talleres de jóvenes, ¿cuántos encuentros son? ¿Y cuáles son las temáticas?

MJS: Depende de los diferentes formatos, ya que trabajamos diferentes programas a nivel institucional, así como también en forma privada. En las instituciones, Jóvenes Fuertes está dirigida al trípode educativo, que son los jóvenes, los docentes y los padres. Uno de nuestros programas dura tres años y abarca 48 talleres, en los cuales trabajamos las 24 fortalezas de personalidad que aporta la Psicología Positiva. Lo estamos trabajando en varias instituciones como el Liceo Jubilar, el CADI, Los Pinos, Madres de la Cruz, Liceo 33, Liceo de Palmitas, UTU de Fray Bentos. Y en nuestra sede, en forma independiente, damos otro programa más abreviado que se llama P.E.C. (Programa de Educación del Carácter).

Cada encuentro dura una hora y media y tienen que ser un mínimo de 15 y no más de 20 chicos. Generalmente son tres encuentros. Un taller que tiene que ver con la problemática propia, otro con la fortaleza de personalidad en la que tienen que crecer, y en el último se les cuenta a los papás cómo viven sus hijos estas situaciones. Hay talleres para diferentes edades, se identifica una carencia (consumo de sustancias, autoestima, etcétera) y se trabaja en eso. Qué recursos de personalidad tengo que desarrollar para ese problema y crecer en ese desafío. A nivel privado, hay muchos padres que se han enterado de nuestros talleres, y son ellos mismos los que nos los proponen. Por ejemplo, alguna problemática concreta propia de la adolescencia, para darles herramientas y que los chicos puedan vivir esta etapa de la mejor manera posible.

Psicología Positiva
Las seis virtudes de las cuales derivan las 24 fortalezas de personalidad que constituyen las variantes psicológicas de esas virtudes.

D: ¿Alguna anécdota linda que hayas vivido con los jóvenes?

MJS: Son tantas las anécdotas de situaciones reales… Todos los talleristas hemos compartido con un chico un llanto, una experiencia de perdón, de gratitud. El que escriban una carta de perdón a alguien que han lastimado, o que puedan hacer un diario de sus vivencias positivas más allá de sus carencias. Yo creo que estamos sembrando y en unos años lo vamos a ver. Todo suma, es poner un granito.

“Uno tiene que elegir una actitud realista, inteligente, en la cual crea. Si la alcanzo bárbaro, y si no, entonces fue un crecimiento, porque aprendí en el camino. Esa es una verdadera actitud optimista desde la Psicología Positiva”

D: ¿Y para niños, organizan talleres?

MJS: Sí, a pedido de los padres, aunque nuestro público objetivo son los liceales. Con los niños damos talleres para el manejo de las redes sociales (4º y 6º de Primaria). Otros temas a trabajar son el tema del bullying y la empatía. Hay talleres específicos para cada público.

Lo que buscamos es que el niño genere la conciencia de lo que es dar información en una red social, ya que no saben las consecuencias que pueda tener. Por eso, en el taller trabajamos mucho la identidad digital, conceptos que no saben y que se sorprenden al ver lo que puede llegar a pasar con la información que ellos vuelcan en la red. Todo lo que tiene que ver con el uso de una “cerradura digital”, que el niño pueda regular la información que da y también los tiempos de acceso a la red. Y saber que la tecnología bien usada, no es mala. Hay que entender que todo lo que sea pantalla es adictiva, y todo lo que es adictivo es “estar adherido a…” Mi espacio de libertad se perdió, porque hay una necesidad que está siendo suplida por esa adherencia.

D: También organizan talleres para adultos.

MJS: En mi práctica profesional privada organizo cursos anuales de conocimiento y crecimiento personal para adultos, de un máximo de 15 personas, porque son talleres de conocimiento personal y de crecimiento. Están basados en la Psicología Positiva (pero no forman parte de Jóvenes Fuertes). Les llamo Flourishing o Florecimiento, que es un término muy usado en dicha psicología, ya que apunta a un florecimiento y desarrollo personal en cuanto a nuestro bienestar, a partir de la identificación y potenciación de nuestros talentos, habilidades y fortalezas de carácter. Es lograr como persona ser la mejor versión de uno mismo. Se busca potenciar los recursos de cada uno.

D: ¿Y a nivel empresarial?

MJS: Lo que es Psicología Positiva, de a poco en el mundo está causando furor a nivel de empresas. Me han llamado para dar talleres para personal en temas como el desarrollo del capital emocional, todo lo que tiene que ver con el manejo vincular, con lo que es liderazgo positivo, descubrimiento de talentos y puntos fuertes. Para que los empleados puedan sentir que trabajan desde sus fortalezas y que la empresa no tenga que gastar tanto en las carencias del personal, sino identificar sus fortalezas y asignarlo a cargos que les correspondan realmente.

D: Veo que es amplio el terreno en el que se mueven.

MJS: Sí. Y también está la Diplomatura en Psicología Positiva aplicada a la educación del carácter, que encaramos este año. Al ver que los docentes tenían avidez de tomar contacto con estos temas, y al viajar y estar en congresos, tomamos contacto con personas de la Red Mundial de la Psicología Positiva, entonces decidimos instalar en Uruguay la diplomatura. Una parte está dirigida por mí y la otra por docentes invitados (de Argentina y Brasil), compuesta por nueve módulos de un sábado entero por mes. Demanda hay, porque este año tuvimos que dejar 30 personas afuera. Es apasionante ver que hay mucho para hacer en este campo.

D: ¿Sólo en Montevideo imparten talleres?

MJS: No, estamos viajando a Fray Bentos para dar nuestros talleres, así como también al Liceo de Palmitas. Y… ¡Vamos creciendo!

D: ¿Cuántos talleristas hay en el equipo?

MJS: Es un equipo de 20 personas que han tenido formación en Psicología Positiva, y lo interesante es que es un ámbito de potenciación de recursos de personalidad, teniendo formación como talleristas y formación en Psicología Positiva. Martin Seligman decía que la Psicología Positiva es interprofesional, es decir que abarca a cualquier persona que pueda ser agente de cambio en la sociedad, cualquiera que le pueda brindar una nueva perspectiva. Entonces, siempre se trabaja desde un proceso de transformación personal, donde uno pueda trabajar consigo mismo en este desarrollo de bienestar y formación, en cuanto a incorporación de recursos nuevos, de tal manera que al haberlo trabajado en uno, pueda brindarlo al otro.

“Lo más rico es pensar que cada uno puede aportar algo al cambio, no quedarnos con la idea de que ‘no tengo nada que aportar’, porque agentes de cambio pueden ser desde la mamá, la cuidadora, la abuelita, etcétera. No minimizar, todos podemos ser agentes de cambio”

D: ¿Qué es para vos tener una actitud optimista?

MJS: Es pasar el colador y quedarte con lo bueno, con que ninguna experiencia es vana si sirvió para aprender que todo fracaso se puede convertir en una escuela de aprendizaje. Elegir vivir la vida con una energía positiva que quiere transformar y crecer, dejando huella. Uno tiene que elegir una actitud realista, inteligente, en la cual crea. Si la alcanzo bárbaro, y si no, entonces fue un crecimiento, porque aprendí en el camino. Esa es una verdadera actitud optimista desde la Psicología Positiva.

D: ¿Qué te deja todo esto, María José?

MJS: Me deja una satisfacción personal enorme, porque cada vez que damos un taller decimos que recibimos más de lo que damos. Vos das de tu tiempo, pero recibís tanto de vivencias de las personas, que te sentís una privilegiada al estar tan cerca de las personas.

D: ¿Cómo ves la Asociación a futuro no muy lejano?

MJS: ¡Creciendo! Porque año a año nos llaman más instituciones para dar talleres. O sea, la idea nuestra es crecer hasta cierto punto y después formar docentes, por eso la idea de la diplomatura, para que los propios docentes sean los generadores del cambio en su entorno. A nivel mundial, hay planes de revitalización de la educación del carácter, porque se habla mucho de contenidos actitudinales, pero los docentes no tienen las herramientas necesarias para implementarlos.

D: Para terminar, alguna reflexión…

MJS: Lo más rico es pensar que cada uno puede aportar algo al cambio, no quedarnos con la idea de que “no tengo nada que aportar”, porque agentes de cambio pueden ser desde la mamá, la cuidadora, la abuelita, etcétera. No minimizar, todos podemos ser agentes de cambio.

10/04/17

“A los chicos hay que darles las herramientas para que puedan ir contracorriente”

Por Dolores de Arteaga. Fotos Olivia Pérez

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